domingo, 25 de marzo de 2012

One day


No quiero que pienses que me importa algo lo de anoche, no quiero tu teléfono ni cartas, ni postales, no quiero casarme contigo, pase lo que pase mañana habremos tenido hoy, y si volvemos a encontrarnos alguna vez en el futuro pues ¡muy bien, seremos amigos!



Pase lo que pase mañana habremos tenido hoy.

La indiferencia

Caminamos sobre la cuerda floja de la indiferencia. 
Nos esforzamos para crear, 
pero no quieren vernos. 
Pugnamos por hablar. 
pero no nos escuchan.
Demandamos las cosas mas sencillas. 
No queremos fronteras, 
pero siguen levantando muros, 
que separan a unos de otros
con abismos de desigualdad.

Carmen Barrios

La vuelta

He vuelto. 
He regresado
al primer punto.
Al punto de partida.
Al lugar de los que venden su libertad
al precio de un carácter.


Carmen Barrios

lunes, 19 de marzo de 2012

Hay días ...

Hay días en los que es mejor no decir nada, aunque quieres decirlo todo. 
Días en los que piensas mas que hablas. 

Hay días en los que el silencio se llena de palabras vacias... días en los que no sabes que decir, porque es mejor no decir nada, aunque quieres decirlo todo.

viernes, 16 de marzo de 2012

¿Qué queremos que nuestros hijos sean de mayores?

Desde el momento en que un primer hijo aparece en nuestras vidas, todos los padres somos conscientes de que tenemos que ayudarle a crear una serie de hábitos imprescindibles para una buena adaptación a la vida y para crecer dentro de un cierto orden físico y mental.

Siendo aún bebé, nos esforzamos en que aprenda el hábito de comer siempre a las mismas horas, siguiendo un día tras otro el mismo ritual sin escatimar ni un minuto del tiempo que ello nos suponga. Le sentamos en la trona, limpiamos sus manos, le ponemos el babero y le damos los mejores alimentos cocinados de la forma que sabemos los comerá con sumo gusto.

Apuramos hasta la última gota de paciencia cada noche en darle un relajante baño, hidratar su cuerpo con un masaje, nueva toma de alimentos y otro cambio de pañal. Entonces, bien cómodo en su cama, le leemos un cuento o le cantamos una canción con el fin de que se vaya habituando a la lectura y a la música, antes de dejarle en los brazos de Morfeo.

Y así, relajado y seguro, se habituará a dormir solo en su cuarto, sin necesidad de un dedo al que asirse que no sean los suyos propios, ni de luz ni de ningún otro elemento externo que le pueda crear una seguridad efímera y ficticia.

Invertimos en algunos casos hasta más de lo que podemos en todo lo necesario para que se habitúe a vestir cada día con ropa limpia y cómoda.

Conforme van creciendo, nos empeñamos hasta las cejas en comprarle cada nuevo curso escolar la mochila más ergonómica para que su espalda sufra lo menos posible, amén del estuche más completo del mercado. Y con más utensilios de los necesarios, hacemos lo imposible cada tarde para que realicen los deberes con “alegría” y así crearles el hábito de estudio diario.

Todo esto y mucho más, sin tan siquiera plantearnos que pudiese ser de otra forma. Satisfechos de poder darles a nuestros hijos lo mejor de lo mejor, así como todos los cuidados físicos necesarios para que crezcan sanos y saludables.


Entonces, si tanto los queremos ¿porqué no ocupar algún tiempo de esa dedicación a inculcarles el hábito de ser buena gente, a ir por la vida sin pisar a los demás por el mero hecho de ganar, a no enojarse o frustrarse a la primera de cambio cuando algo no les sale como esperan, a pararse cuando van corriendo en desbandada para dejarse adelantar sin complejos en lugar de poner el codo o la zancadilla, a utilizar las papeleras y a no destrozar los parques y el mobiliario urbano que tanto dinero nos cuesta y que es de todos, a tolerar a los demás y sobre todo a tolerarse a sí mismos sean como sean de listos, guapos, altos o bajos, a respetar a los mayores por el simple hecho de serlo, a discutir dialogando y no gritando o insultando?

Quizás debamos pararnos a recordar que casi todos los buenos hábitos de vida que tenemos, los hemos aprendido con el ejemplo diario de un padre, una madre, un hermano, una abuela, un maestro. Los niños son auténticas esponjas que absorben todo cuanto ven y oyen, además son muy buenos imitadores. Si educáramos a nuestros chicos con sentido común y predicando con el ejemplo, todo lo demás vendría rodado.

¿Qué queremos que sean de mayores estos hijos nuestros? ¿Médicos, abogados, jardineros, fontaneros, futbolistas, panaderos “a secas”? ¿O buenas personas dedicadas profesionalmente a lo que mejor sepan hacer y que aparte de poder vivir de ello dignamente, les permita sobre todo, dormir cada noche a pierna suelta con la conciencia tranquila?

En definitiva, como dice el filósofo y escritor José Antonio Marina, “eduquemos a los niños para formar buenas personas, no para obtener ingenieros”.
Y como dice un proverbio africano: “Para educar a un niño hace falta la tribu entera”. Toda la sociedad, sin escaqueos y sin buscar a quién echar la culpa.



Por: Montse Manchón Martinez

domingo, 11 de marzo de 2012

Olvido

Escribo lo que siento pero no me atrevo a leerlo, asi que lo borro, y las palabras desaparecen, pero los sentimientos no. 

Hay un momento en el que dejas de mezclar pasado con presente...pero ¿cual es eses momento? casi todo mi presente está influido por mi pasado.
Supongo que ese momento no existe, solamente hay un instante en el que te das cuenta de que si, que tu presente está formado por tu pasado pero que no puedes vivir pensando en ese pasado, que tienes que vivir pensando en ese presente y en ese futuro.
El problema reside en el pánico que te da mirar hacia el futuro y el pánico que te da mirar hacia el pasado, entonces decides escoger un pánico que ya has vivido, e incluso basar tu futuro en ese pasado, para que el miedo sea menor.


Olvido es solo una palabra

lunes, 5 de marzo de 2012

La magia existe

 Alba- ¿vas a venir el dia despues de hoy?

Fer- ¿donde estabas ayer? (viernes) ¿por qué no viniste? estuvimos preguntando de ti


Elena -me ha dicho mi mamá que te coma (un rato después de haber estado jugando con ella a hacer que hablaba con su madre por teléfono, y su madre me decia que tenia que comermela )

 Elena- mira, ¿a que es una monada? 

 ...................................................................................................................

No estoy segura de que es lo que mas me gusta de trabajar con niños, no podría elegir solamente una cosa, me gusta todo.

Me gusta porque me hace sonreir sino cada segundo, cada tres, me gusta porque veo esos ojos iluminarse cuando les dices palabras bonitas, me gusta cuando te las dicen ellos a ti y se te pone la misma mirada. Me gusta porque son felices hasta con lo mas insignificante, y te hacen ver que las cosas pequeñas son realmente valiosas. Me gusta trabajar con ellos porque te llenan de alegria, porque comparto su juego, y ellos lo saben y eso les hace muy feliz, y a mi tambien.

¿Quién ha dicho que la magia no existe?
En sus ojos, en sus risas, en su inocencia...y en la mia cuando estoy con ellos.

sábado, 3 de marzo de 2012

Pequeños detalles

No se que le sucede pero a veces las cosas parecen peores de lo que en realidad son......

Mira no voy a caer en tópicos, no voy a decirte que la vida es maravillosa, y que despues de la tormenta viene la calma, porque a menudo las cosas no van asi, a menudo la vida es una autentica mierda.
Hay epocas en las que uno desearia no haber nacido, incluso hay epocas en las que uno baraja la posibilidad de hacer alguna estupidez, pero incluso en esos momentos hay pequeños detalles que pueden arrancarte una sonrisa .

Momentos magicos

Hay ciertos momentos magicos, como cuando esa persona te toca y sientes que te estorba hasta la piel y sales de ti, y tu alma pide a gritos salir corriendo. Esa sensacion de plenitud infinita al hacer el amor con el, hasta el punto de sentir que ya no existes, y ese instante en el que podrias morir porque sabes con toda certeza que jamas en la vida volveras a sentir nada igual.
Me gusta saber que hay cosas refugiadas contra el olvido, cosas para las que no pasa el tiempo, como esos mosquitos atrapados en ambar durante millones de años, el mundo sigue adelante, pero ellos se quedan ahi para siempre, como las fotos guardadas en una caja de zapatos debajo de la cama, como esos secretos que no puedes contar jamas.

El recuerdo es el unico paraiso del que no puedes escapar..

jueves, 1 de marzo de 2012

Sueños o pesadillas

Todo se ha arreglado casi sin darte cuenta, ahora estás con esas personas a las que quieres tanto, disfrutas, ries, compartes sentimientos con ellas... en definitiva... eres feliz.


Pero entonces te despiertas y descubres que no es mas que un sueño, un sueño que al despertar se ha convertido en una pesadilla.