martes, 31 de marzo de 2015

Mi espacio, mis mierdas

Es un hecho, vengo aquí siempre o casi siempre a plasmar toda la mierda que siento y al final termino escribiendo en todas las entradas lo mismo. Es lo que hay. Mi espacio, mis mierdas, aunque sean producidas por otras mieras que no quiero que sean mías.

Pero esta vez he sacado tiempo entre la tristeza, el estudio, la política y la siesta que me iba a echar, para decir que ya está, que aunque vengan dos millones de tormentas el suelo está cada vez mas firme, cada vez mas fuerte, cada vez más invencible.

Me quedo con la fuerza que me dan las reflexiones de días de mierda como el de ayer. Con el sentimiento afrontado a la fuerza que me proporcionan las manos que se alejan cuando aparece una dificultad. Pero sobre todo, me quedo con las que se acercan a hacerte caricias con miradas y sonrisas sinceras mientras te dicen "te entiendo perfectamente" o "no te rayes" (aunque odie esta última frase con todas mis fuerzas).

Definitivamente me quedo con el morado, el azul, las sonrisas, abrazos, besos, gemidos, arañazos y aullidos que fueron pero no serán mas. Pero sin duda, con lo que más me quedo ahora mismo es con lo que están siendo, con lo que será. Conmigo.



lunes, 2 de marzo de 2015

Dando asco

No sé muy bien como empezar a hablar de la frustración que siento, pero sé que tengo que hacerlo porque sino voy a reventar y entonces todos los pedazos de confusión, desilusión, decepción y rabia os salpicarían y tampoco es eso, porque además estoy segura de que ya os salpica aunque sea de otra forma.

A menudo venimos observando en las redes sociales (micro espacio) de nuestros ambientes políticos (micro espacio), que se crean otros micro-espacios dentro de los mismos donde se llevan a cabo reproducciones sociales opresoras como la anulación, la humillación, la culpabilización, la ridiculización, etc. a compañeras por cometer errores o por diferir ideologicamente en según que aspectos.

A mi me parece importante parar aquí. Llevo un tiempo pensando y no se muy bien como enfocarlo, así que lo haré desde la autocrítica.
Cuando yo empecé en todo esto tuve que ostiarme para darme cuenta de que lo que estaba reproduciendo en las demás personas ni lo quería, ni me representaba. A día de hoy estas ostias siguen doliendo incluso mas, pero cada vez me levanto más rápido y aprendo a esquivar caídas similares, aunque eso no quiere decir que esté exenta (en absoluto), solo que estoy alerta y abierta a criticas para realizar estas autocriticas que me facilitan la deconstrucción social para ayudarme en mi crecimiento personal.

Yo también he reparado a hacer pedagogía y armarme de paciencia con los opresores y en situaciones contrarias en las que ellas reproducían la misma mierda desde una posición desigual, esa paciencia y esas ganas de compartir aprendizaje, habían desaparecido. Yo también he culpabilizado y hecho responsable a hermanas de sus agresiones y nuestra posición. Yo también he usado palabras opresoras (y alguna se me sigue escapando). Yo también soy un producto social de mierda que ha reproducido y reproduce todas estas cosas. Pero no lo quiero.

Me entristece ver que la realidad que nos rodea fuera es la misma mierda que nos rodea dentro. Que estos mini espacios de afinidad tan "chachiguays" que nos hemos creado son una basura donde se fomenta el acoso, el castigo, la culpa.. en definitiva, donde se fomenta la mierda contra la que luchamos y no solo eso, sino que se fomenta y se camufla detrás de palabras que luchan por esa libertad que nos quitan todos esos actos.

La lucha es bonita siempre y cuando no tengas que destruirte y hacerte de nuevo. Entonces es una autentica mierda, pero merece la pena.