viernes, 25 de julio de 2014

cuerpo

Da exactamente igual la cantidad de veces que te mires al espejo buscando ser alguien que no eres. El cuerpo de la persona que se refleja en ese objeto es el tuyo. Tu cuerpo, aunque la sociedad no lo quiera como es, tu cuerpo aunque tu no lo aceptes porque la sociedad te presiona para que no lo hagas. Tu cuerpo aunque en ese momento odies cada parte que no se adhiere a tus huesos. Tu cuerpo aunque no sea el cuerpo prototipico impuesto. TU CUERPO.
No te mires diez veces buscando lo que ya has encontrado la primera vez. Tu cuerpo es maravilloso porque es tuyo, aunque se empeñen durante cien millones de años en desposeerlo y hacerlo suyo. Acéptalo, cuídalo, mimalo, quiérelo... porque si no lo haces tu, es seguro que no lo harán por ti.

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Que fácil ¿verdad? volvemos a la facilidad de la parte teórica y lo complejo de la parte práctica. Volvemos a la conciencia de la realidad objetiva que no nos deja ser libres. Pero también volvemos a las ganas que tenemos de romper con esas cadenas y enfrentarnos a esa práctica, aunque duela. Porque la lucha diaria es dura, pero nos da la vida, la vida que quieren quitarnos y muchas veces nos quitan. La vida por la que estamos dispuestas a dar la vida. 


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