jueves, 31 de marzo de 2016

Quiero

Ni muy cerca ni muy lejos. Que tan cerca me da miedo y tan lejos te extraño. La desconfianza basada en experiencias paraliza el presente. Abrázame, pero no me ahogues. Déjame libre pero no me ignores. Riega y mima lo que quieres, sino nunca crecerá.

Cuida tus palabras y los actos que las acompañan, que ya me encargo yo de cuidarme del mecanicismo. Escucha a quien está a tu lado que yo no perderé de vista al enemigo. Y si sientes mi alegría probablemente quiera compartirte también mis penas. Quiero que me preguntes si quiero que me acompañes mientras lloro, mientras pienso y mientras río. O mientras todas a la vez.

Quiero que no des por hecho que habrá besos, quiero que fluyan, que surjan y nos invadan. Y que de no ser así no pase nada. Que no haya divagaciones mentales sobre nosotras sin compartir, que las conversaciones sean sinceras puestas en común de nuestras preocupaciones, miedos, limites y deseos.

Quiero que comprendamos que no estamos para complacer a la otra persona, pero que de torturarnos ya se encarga el/los sistema(s) pertinente(s) que nos oprimen a cada una. Quiero no tener que ser yo la que cuide y tu el que disfrute. Quiero horizontalidad, y soy consciente de que en una relación socialmente desigual, esa horizontalidad es tan efímera como no lo es la tristeza que me invade al dejar de crecer con alguien a quien quiero.

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