sábado, 6 de abril de 2019

azul tanzanita

A veces busco respuestas a lo que me acontece en lo que leo. Y si son palabras amigas, mejor.

Leo desesperadamente para encontrarlas, y cuando lo hago me siento comprendida, en paz, salvada. Salvada porque veo que no soy la única que se siente o se ha sentido de esa forma. Luego pienso que los motivos que te llevan a ese tipo de sentimientos son diversos y reparo en las vivencias de quien escribe, aunque no la conozca o aunque ya no esté. Luego reparo en las mías. Después analizo el contexto y pienso "queda mucho por hacer". 

A veces no encuentro ni respuestas, ni paz, ni comprensión y solo me surgen dudas. Entonces si me armo de valor sigo leyendo, pero si no... "ya mañana". 

Ayer me regalé tu libro y según llegué a casa me lo empecé a leer. Pensé que no podría hacerlo, que antes de llegar a este punto, lo dejaría en la estantería y acumularía polvo por lo menos dos años más, como tus canciones en mi reproductor después de que te fueras. Hoy te siento cerquita, te leo, te escucho y hasta te canto. Seguirás siendo respuesta a muchas de mis preguntas. 

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