Bocas llenas de vacío.

Se nos llena la boca con construcciones de mundos maravillosos por crear de la mano de nadie, sostenidos por mentiras y cimentados sobre la escoria que llevamos arrastrando durante siglos. Se nos llena la boca de creaciones de papel que rompemos y arrugamos sin darnos cuenta por la palabra “afecto”, “empatía” y “cuidados”. Se nos llena la boca de lucha, de rebeldía, de revolución y de antiautoritarismo y no somos capaces ni de hacernos la cama. Se nos llena la boca de amor y el corazón de espinas para evitarlo. Se nos llena la teoría de divagaciones sobre amor libre que no somos capaces de llevar a cabo porque no tenemos en cuenta que las relaciones las componen personas y no objetos a nuestra disposición con el fin de satisfacer nuestras necesidades. Se nos llena la boca de vida mientras manchamos la práctica de muerte normativa.