sábado, 7 de mayo de 2016

Sobrevivir

Empezamos saltándonos la merienda del recreo, prescindiendo de lo que no era estrictamente necesario siguiendo por lo que nadie veía. Si cenábamos solas, no cenábamos. De saltarse comidas a vomitarlas cuando no te queda más remedio que hacerlas solo hubo un paso. Cenar cuando acostumbras a tu mente a no hacerlo es horrible, parece que engordas tresmil kgs por momento cuando haces algo que no sueles hacer.
¿Soluciones? Desgarrarse la garganta con la parte de atrás del cepillo de dientes después de beber mucha agua para poder vomitarlo todo.

Hace tiempo que el espejo y mi mente se han hecho enemigos y juegan a hacerse daño y a distorsionarse realidades. El espejo cada vez le pide más a mi mente y mi mente cada vez daña más mi cuerpo para poder darle todo lo que pide. Es un bucle en el que el fin es la muerte.

Hasta que alguien le da una patada al espejo y este empieza a resquebrajarse despacio. Ahora la realidad está distorsionada pero con motivo y es mucho más real que nunca. Me muestra rota. Me armo de valor y decido arreglar mi reflejo antes que ese espejo que me quiere muerta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario