domingo, 15 de abril de 2018

El arma en nuestras emociones

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Todo está enrevesado; el tiempo, los recuerdos, los amigos que se han ido. La distancia que me separa de tus abrazos hasta el fin de semana que viene, las obligaciones y el poco tiempo para cuidarse.

Correr hasta llevarnos al límite, apartar las emociones tristes porque "con el tiempo se curan".
Es mentira.
Sale a flote de debajo de la alfombra todo lo que escondí en el pasado. Pa no verlo.

Ver es mejor que cerrar los ojos. Las cicatrices no curan si solo las tapas con tiritas. Se humedecen, se reblandecen. No cierran nunca y luego vuelven a doler.

Todo lo doloroso lleva tu nombre. Todo lo asqueroso también. Esas faltas de respeto. Todas esas mujeres rotas que lo pagan unas con otras porque muchos como tu lo propiciasteis y lo propiciáis.

El mundo a vuestros pies y el arma que nos salva en nuestros cuerpos, nuestras cabezas y nuestras emociones.
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Gracias a quien se ha ido por hacerme crear herramientas para seguir creciendo y a quien permanece por compartirlas.

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