jueves, 5 de mayo de 2011

Una competición de sapos

El objetivo era llegar a lo alto de una gran torre.
Había en el lugar una enorme multirud de gente dispuesta a vibrar y gritar por ellos.
Comenzó la competición.
Pero como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era:
-¡Qué pena! Esos sapos no lo van a conseguir, no lo van a conseguir...
Los sapitos comenzaron a desisir.
Pero había uno que persistía y continuaba subiendo buscando la cima.
La multitud seguía gritando:
-¡Qué pena, no lo van a conseguir!
Y los sapitos estaban ya dándose por vencidos...salvo aquel sapito, que seguía y seguía tranquilo, y ahora cada vez con más fuerza.
Ya llegando el final de la competición, todos desistieron menos ese sapito, que curiosamente, en contra de todo, seguía y pudo llegar a la cima con todo su esfuerzo.
Los otros querían saber qué le había pasado.
Un sapito fue a preguntarle cómo había conseguir concluir la prueba.
Y descubrieron que...¡era sordo!


José Carlos Bermejo
"Regálame la salud de un cuento"

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