domingo, 30 de noviembre de 2014

Preguntas

Basta con dos palabras y un par de interrogaciones para desgarrarme por dentro. Basta con parar a pensar lo que no estás sintiendo. 

"¿Cómo estás?"

Porque si viene de el no es una pregunta únicamente cordial, es una pregunta para excavar en mis emociones, en todas y cada una de ellas. 
Y me bloqueo, flaqueo, tiemblo, e incluso me invade la ansiedad por un momento, y me doy cuenta de que no estoy haciéndome caso, ni me estoy escuchando, ni dedicándome tiempo, en definitiva, no me estoy cuidando. 

Me enfrento a preguntas que me aterran por lo que me suponen, no por lo que son, y me suponen un mundo por lo que es el mundo y por lo que este mundo me supone.


No hay comentarios:

Publicar un comentario